domingo, 15 de agosto de 2010

CALLADITA TE VES MÁS BONITA

¡
A mi no me rezongas chamaca bocona!, ¡como me vuelvas a responder vas a ver como te va! ¡Tú no opinas, esta es conversación de adultos! ¡Si esto es ahora! ¿Qué me espero el día de mañana? ¡Me vas a querer pegar! … Esta frase siempre iba acompañada de una incipiente lágrima de cocodrilo, así pues mi madre y mi abuela como hechas en serie me increpaban tras una constante y gravísima falta que cometía a menudo… Opinar, diferir, disentir, no tenia edad decían ellos, mis hermanos grandotes y todos los grandotes que eran expertos en la vida, en la escuela mi profe rosita tenia cocida a la lengua ¡Cállate y siéntate! ¡Cállate y pon atención! Y ¡simplemente guarda silencio! ¡No Interrumpas! ¡No sea tan preguntona! Creo que cállate debe ser la palabra que mas pude haber escuchado durante mis primeros años de vida y los subsecuentes, eso me valió dos expulsiones de la primaria y casi una en secundaria, irreverente, majadera, irrespetuosa, y todos sus sinónimos y similares hasta llegar a hocicona eran los adjetivos que acompañaron mi niñez y juventud, pero no soy caso único, creo que si hacemos memoria, no me dejaran morir sola, así nos educaron, ¿que? Nooo se dice ¡Mande! En este régimen del silencio, donde paulatinamente nos vamos formando silenciosos receptores amordazados y si podemos lobotomizados. ¡Lo que yo digo no se discute por que soy tu madre!, por que soy tu maestra, y así sucesivamente hasta llegar al diputado, senador, presidente o de conductor de programa chatarra de farándula, de noticieros manipulados, así nos convertimos de a poquito en fieles y sumisos receptores de cualquier cosa, eso si, muy bien educados, cuando queremos refunfuñar lo hacemos a hurtadillas, como de niños, solo cambian los escenarios, antes nos revelábamos mientras jugábamos muñecas con la vecina o haciendo travesuras, y si me fue muy mal en el día pues ya de plano le saco un chipote a mi hermanito pá desquitarme a gusto, de grandes somos expertos políticos, futbolistas, psicólogos, médicos etc cobijados en la sombra de un cafecín, bar, asadito dominguero o ya de plano me desquito gritándole de su mother al arbitro vendido del partido del domingo y si se me pone al brinco alguien me lo surto. ¿Mande? Los medios de comunicación ahora son bidireccionales, las herramientas están, los incipientes revolucionarios de la educación hacen su mejor intento por hacernos opinar, pero hay patrones educativos que se heredan, que coartan, que mutilan, no somos callados, no es característica del mexicano, mas bien platicadores y alegres, mis primeras lecciones fueron que mi criterio no es valido, ¿quien soy yo para opinar? si pienso, difiero o critico seguro lo hago mal pues siempre habrá algún mayor, superior o fortachón a quien respetar. Y ya me voy, calladita me veo mas bonita o si no mi mamá me va a regañar.

Por¨Adriana L. Molina Enriquez R.
Publicado en
Revista "Mujeres" (Oaxaca) 05-2010
www.revista-mujeres.com

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